Millones de venezolanos residentes en el exterior denunciaron irregularidades y trabas a la hora de anotarse para votar en las elecciones presidenciales en las que Nicolás Maduro buscará competirá por un
"Queremos votar". En las últimas semanas manifestantes realizaron protestas ante consulados de Venezuela en América Latina y Europa para exigir al gobierno que se les habilite el registro para poder votar, luego de los obstáculos que aseguran haber enfrentado. La intensidad del reclamo tiene que ver con que están a contrarreloj, dado que el período de inscripción va del 18 de marzo el 16 de abril.
En medio de un clima hostil puertas adentro del país, con denuncias contra Maduro por persecución política y otras irregularidades, electores y activistas denunciaron las supuestas maniobras del gobierno venezolano para impedir el voto de los residentes en el exterior. Entre ellas están la falta de equipamiento para tomar las huellas dactilares y hasta la indiferencia de las autoridades diplomáticas que "optan por ignorar" los reclamos.
Con más de 5,2 millones de venezolanos expatriados, el voto exterior será una variable crucial en las elecciones del 28 de julio, particularmente por la inclinación antichavista del electorado. Desde el gobierno venezolano, que no respondió ante las consultas de agencias internacionales como AFP, alegaron que los retrasos y las dificultades se debe a las sanciones internacionales que pesan sobre el país petrolero.
Manifestantes denunciaron obstáculos para registrarse para votar y apuntaron contra la Comisión Nacional controlada por Maduro.
Obstáculos e irregularidades
Según el activista Jesús Delgado, de la organización Transparencia Electoral que vigila los procesos electorales en América Latina, los obstáculos para el registro electoral son "sistemáticos" y responden a que "el Consejo Nacional Electoral no les ha enviado ninguna directriz" a los consulados y embajadas.
Por su lado, la ONU estima que casi ocho millones de venezolanos migraron de su país desde 2014, en medio de la crisis económica agravada por las sanciones, una caída de 80 por ciento del producto bruto, hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas y una polarización política.
En la última semana hubo varias protestas frente al consulado venezolano en Buenos Aires.
El padrón electoral fue actualizado por última vez en 2018 y tiene apenas 107.000 venezolanos registrados en el mundo. De ellos, unos 40.000 están inscritos en Estados Unidos, donde no podrán votar esta vez dado que desde 2019 no funcionan los consulados debido a la ruptura de relaciones diplomáticas.
La elección enfrenta en principio al presidente Nicolás Maduro, quien apunta a un tercer mandato de seis años, con Manuel Rosales, un rival de Hugo Chávez en 2006. También logró registrarse in extremis el exembajador Edmundo González Urrutia, considerado un "candidato tapa" que podría ser sustituido por otra persona que promueva la líder María Corina Machado, impedida de participar en la elección por una inhabilitación de 15 años.
El rechazo al gobierno de Maduro es amplio en el exterior. Unos 5,2 millones deben actualizar su registro en el exterior o anotarse para votar por primera, según Súmate, otra organización no gubernamental que monitorea los comicios.
En Colombia, que alberga a la mayor cantidad de venezolanos (2,8 millones, de los cuales se calcula que 1,2 millones son aptos para votar), el registro abrió este martes con varios días de retraso. Pero los activistas se muestran pesimistas ante la posibilidad de que no acepten como residencia legal el Estatuto Temporal de Protección, que el gobierno colombiano otorgó a miles de venezolanos para que pudieran trabajar y acceder a la salud.
"Esto genera mucha preocupación", comentó el dirigente opositor Eduardo Battistini, pues impide el registro de 80% a 90% de la población potencialmente votante. "Más allá de una violación flagrante de nuestro derecho a inscribirnos en el exterior, son excusas un poco ridículas", agregó.
Uno de los puntos más álgidos de las protestas fue la embajada venezolana anclada en la ciuda de Buenos Aires, donde hubo protestas casi todos los días. "El voto en el exterior es un derecho" y "queremos votar", fueron algunas de las frases que estampadas en los carteles de los más de treinta manifestantes.
"Cada consulado tiene sus requisitos y los comunican de forma verbal. No hay nada oficial. En algunos piden residencia permanente, en otros pasaporte vigente. No hay un criterio uniforme", lamentó Adriana Flores, a las afueras del consulado en Buenos Aires.
En Argentina hay unos 220.000 venezolanos, de los cuales cerca de 150.000 cumplen con los requisitos para votar. Sin embargo, solo 2.200 están en el registro electoral, según cálculos de activistas.
En tanto, en Madrid, Lorena Lima, de 28 años, dice haber hecho una huelga de hambre desde el viernes pasado hasta este martes para exigir que abriera el registro. "Fue un método de presión para que todos los venezolanos el mundo podamos inscribirnos", afirmó a AFP.
En Quito, Luis Magallanes siguió el ejemplo: "Huelga de hambre para que se nos permita ejercer nuestro derecho legítimo de inscribirnos y actualizar nuestros datos en el registro electoral", dijo.
