"Es una tragedia climática cuya dimensión nadie imaginaba y no acabó. El agua está bajando a otros lugares y va a llegar a otros municipios, y eso es muy grave", advirtió
el mandatario en una entrevista en la red pública EBC. Mientras, en el estado de Rio Grande do Sul, y especialmente en su capital, Porto Alegre, se registraban saqueos y robos.