Según publicó Clarín en febrero, el kilo de cobre se paga entre $ 6.000 y $ 7.000 pesos en las metaleras de Capital Federal. Por eso los cables de mediana tensión,
al tener más cantidad, ofrecen un botín más tentador para los delincuentes. Que, en este caso, no tuvieron en cuenta el grave riesgo al que se exponían.