La operó el mismo médico acusado por la muerte de dos pacientes. Durmió dos meses sentada en el sillón de la cocina y tienen que intervenirla otra vez.
Cada verano, cada día de playa, Fernanda Analía Bianculli (47), madre de cuatro hijos, se veía la vieja cicatriz de la cesárea y se avergonzaba. Por ello, este año tomó la decisión: hacerse una cirugía estética. Para eso, tras hablarlo con su familia, decidió vender la camioneta Ford EcoSport con la que hacía el reparto de cuadros y financiar los casi 200.000 pesos de la operación. Pero a partir del 30 de marzo, su vida se transformó en un infierno.