LUPÍN DEL SUR
Tango
A Néstor Carlos Kirchner
Flacura de botones jubilados
y un toque a Quijote y Discepolín,
inquilino de trajes despeinados,
con propia Dulcinea, tierra y rocín.
Tierno de sombra lunga, cumpa cierto,
pibe entre pibes: grande de verdad,
su corazón ya es un pueblo despierto
donde cada hombre ya es su eternidad.
Desde su jopo y palabras de prisa
guiñaba vida de frente y perfil,
y su esperanza de pura hacha y tiza
prendió la llama de otro Guayaquil.
El viento de la historia le musita
Néstor, El Flaco, Pingüino o Lupín,
santo y seña que dice, canta y grita:
Rosas, Perón, Evita y San Martín.
Y los muchachos ya lo hicieron suyo,
(con sus edades volvía a nacer),
venía del barrio, potrero y yuyo,
argentino por ser y parecer.
En la memoria seguirá naciendo
su mandato y herencia popular,
como Pichuco, siempre, está volviendo:
la Patria Grande, su viviente hogar.
Letra y música: Bosquín Ortega