POR JUAN MANUEL "CARANCHO" RAMÍREZ

Estimada presidente: como esas botellas arrojadas al mar, fe y marea empujaran mi carta. El Dios de los Pueblos, le marcó este destino de conducción estratégica del campo nacional y popular. Para los peronistas leales a Perón y a Evita, donde esté Usted. estará Puerta de Hierro.Es una carga pesada y hermosa, en donde cualquier paso en falso, puede derrumbar la construcción social y política, que acercó a los humildes al territorio de la justicia social, a la Nación a rescatar su soberanía avasallada y a nuestra América Morena a soldar la unidad de sus pueblos. Le cuento. Unos días antes de morir, aquí en el Chaco- Néstor Kirchner, medía sus fuerzas físicas, con su voluntad política y en la duda hamletiana, debajo de las torres del Sarmiento- apuntando a Coqui Capitanich, afirmó..."ustedes los chaqueños se van para arriba"El intuía que su salud no le permitiría subirse al ring y marcó al Montenegrino como cuadro de gestión. No se equivocó. El Hombre del Norte es un compañero con lealtad política. es un alzaprima, con una computadora incorporada al lado de un corazón peronista. El aprendió al lado de Ud. y del Néstor y en el contacto con el Chaco Negro, donde están los dolores colectivos y los remedios sociales.En el tiempo que corre se nos va la vida y no hay espacio para tibios, ciegos, ni mancos. Hay que subirse a la conducción de una Nación con mística, coraje , puntería, el poncho al hombro y el cuchillo que salga cortando.Me gustaría que fuera candidato a Presidente. Póngalo en la gatera y al doblar el codo, recuperará la distancia que otros le han sacado, a veces oxigenados por nuestros adversarios históricos. Yo creo que el Hombre del Norte, cumplirá los sueños del Hombre del sur.