El Gobierno provincial a través de sus diversas esferas realiza mensualmente - con fondos propios y recursos que provienen de la Nación - una inversión social para sectores vulnerables que alcanza a 215 millones de pesos. La cifra implica las transferencias sociales directas como Asignación Universal por Hijo (AUH), pensiones no contributivas y las tarjetas alimentarias, entre otros beneficios sociales.

En relación a las tarjetas alimentarias, cabe señalar que actualmente circulan en la provincia unos 100 mil plásticos, que cuentan con 150 pesos cada uno en forma mensual y que se distribuyen Los sujetos de derecho de este plan con un piso de ingresos por alguna de las líneas de protección social de al menos 2.000 pesos.

“La tarjeta alimentaria es una los mecanismos que utiliza el Estado para generar una estructura de protección social para los sectores vulnerables, es decir que viene a complementar lo que se otorga por otras vías”, sintetizó el subsecretario de Desarrollo y Economía Social, Jorge Núñez.

“El último censo que se efectuó para el recambio de tarjetas alimentarias sirvió para luego comparar datos y reorientar la ayuda social en función de invertir en los sectores más desprotegidos”, expresó Núñez.

Además, otro punto por recalcar es que con el recambio de los plásticos también se efectuó una modificación en el operador, siendo actualmente el Nuevo Banco del Chaco, una empresa del Estado provincial lo que permitió bajar las comisiones que antes se cobraban generando mayores ingresos a los comercios chaqueños y permitiendo ampliar el número de locales adheridos.

Mientras que para los lugares alejados de los centros urbanos en los cuales no existen comercios que operan con tarjeta alimentaria, el gobernador, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, dispuso que el Ministerio de Desarrollo Social disponga la logística para la entrega de módulos alimentarios “en mano”, es decir directamente a familias vulnerables y evitando intermediarios o referentes sociales, muchas veces sospechados de no distribuir la ayuda social entre las organizaciones que dicen representar.

Periódicamente, se realizan operativos para la distribución de los módulos, lo que además de la provisión de alimentos incluyen relevamientos socioproductivos que consisten en constatar sobre las condiciones de cada integrante de la familia relevada en relación a las condiciones de acceso para medidas de protección social. Si está en condiciones de acceder a algún tipo de beneficio social se le gestiona y a la par se toma nota de las habilidades y aptitudes para el posterior diseño de proyectos laborales mediante la creación de pequeñas unidades productivas.