Se produjo después de que el año pasado el presidente Joe Biden pidiera tanto al HHS como al fiscal general, que supervisa a la DEA, que revisaran cómo se clasificaba la
marihuana. La lista I lo pone a la par, legalmente, con la heroína, el LSD, los quaaludes (una droga hipnótica, conocida como metacualona) y el éxtasis, entre otros.